Perdernos para encontrarnos

Siempre estamos en un bosque espiritual con muchos caminos disponibles, llamándonos para tomarlos y ser parte de ellos, pero siempre seguimos uno, la senda que nos indica nuestro guía, y no tenemos la aprobación para salir del recorrido señalado. Pero... si tan sólo nos detuviéramos un instante para meditar, nos alejaríamos del grupo y el guía no tendría poder sobre nosotros.
Una vez solos podemos ir hacia donde queramos, podemos quedarnos sentados debajo de un bello pino admirando la naturaleza, podemos también ir por otros senderos; claro está que al principio nos perdemos, pero debemos conocerlos bien, pasar por ellos una y otra vez, también en ese cambio de senda nos podemos encontrar con otro guía y su grupo, volviendo así a como estábamos en un principio.
Pero descuida, aún queda una opción más: Salirnos del camino, crear el nuestro y adentrarnos cada vez más al bosque y a su infinita belleza. En este transcurso también podemos perdernos, pero sólo se necesita lógica para poder saber en dónde nos encontramos. A parte de perdernos, podemos perder a muchos de nuestros seres queridos y jamás volver a verlos, pero hay que considerar más que encontrar a otras personas, debemos encontrarnos a nosotros mismos, porque desde hace mucho nos perdieron en este lugar.
Recuerda que muchos guías no llegarán hasta la cima del bosque, donde puedes ver todo, conocer lo que es verdad y lo que son falacias en su máximo esplendor. Para eso es necesario separarnos de él y tomar nuestro camino, el camino del bosque, de lo realmente bello y verdadero, sólo así podemos llegar a nuestro destino.
Ya en la cima no debemos dejarnos corromper, no debemos intentar ser otro guía y perder gente, más bien debemos ayudarla a subir por entre las rocas, las ramas, la maleza, los árboles; claro, sin que estén bajo el "cuidado" de algún guía.

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