Esta vez aprenderemos
de los sueños nuestros.
Toda nuestra historia
reducida quedará
a las más falsas ideas
del mundo del “tú” y
del “yo”.
Serás, para mí, una
chica
que vi algún día en un
bar,
la chica con quien soñé,
con quien aluciné,
con quien fantaseé.
A quien tenía entre mis
brazos,
bueno, al menos eso soñé,
con quien se me hizo
fácil,
por un tiempo, ser feliz.
A quien le atribuyo
el hecho de mi sonreír.
Y serás, para mí,
sólo una comedia
terminada en tragedia,
quien me paraliza
en su último acto.
Y para ti sólo seré...
¿yo qué sé en realidad?
Unicamente un frustrado
escritor que viste algún
día,
solitario, en una plaza,
un bohemio que viste
morir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario